Su historia
Nico trabaja en el rubro publicitario y ella en el de viajes. Estuvieron juntos 4 años y medio hasta que decidieron casarse
La Propuesta
Iba a haber una propuesta formal en sus vacaciones en una cena romántica en la playa, pero pasaron cosas y terminó siendo en la habitación del hotel. Hoy se acuerdan y les resulta divertida la anécdota.. Carla nos cuenta…» nosotros estábamos de vacaciones. Íbamos a ir a Miami y Playa del Carmen. Nico había planeado todo en Playa del Carmen para que sea una propuesta de esas que se ven en las películas, pero el anillo lo compró en Miami, el problema es que solo se podía cambiar en esa tienda, entonces sí o sí me lo terminó dando en Miami, pero como le costaba decir: “¿Te querés casar conmigo?” espero hasta el último día en la habitación del hotel. Finalmente lo tuve que cambiar, asique menos mal que me lo dió esa noche…»
El Casamiento
Hicieron una ceremonia al aire libre al atardecer, en Canning, en un salón que se llama Lorenza. El salón se ocupó de casi todo, lo cual nos cuenta que fue un alivio para ellos que tenían que estar en todos los temas.
La mayoría de los proveedores se los recomendó el mismo salón, eso los ayudó a que todo saliera como lo planearon.
El Vestido
Carla había visto unos modelos que cuando se los probó no le gustaron como le quedaron, y con mi ayuda y la de Silvi (la amiga que la acompañó) le hicieron probar otro estilo de vestido del cual se enamoró.
Fue clave eso, porque hubiera salido frustrada del atelier. Finalmente terminó siendo un vestido que combinaba con el estilo de boda que eligieron y se adaptó a una de sus principales condiciones que era usar zapatillas.
Carla vino a nuestro atelier con 3 meses de anticipación.
Fue al único lugar que visitó… Había visto las publicaciones en Instagram y le gustaban los modelos que teníamos. Le parecían modernos, se veían cómodos, y le copó la idea de que el vestido sea un ready to wear. No quería caer en un vestido armado de cero, porque ella sentía que eran muchas elecciones que tenía que hacer. Hasta lleguó a pensar en alquilar, pero no le parecían modernos tampoco.
Entonces la opción de un ready to wear le pareció genial, y se ajustaba a lo que necesitaba.
La experiencia de Carla en nuestro atelier
Nos cuenta Carla: …»Habré ido unas 5/6 veces al atelier, y la verdad que sin palabras. Caro siempre con buena onda, poniendo, sacando, buscándole la vuelta para que mi vestido quede perfecto. No solo hablábamos del vestido en sí, sino también del peinado, del maquillaje, del ramo hasta de las zapatillas que iba usar o los aritos. Y todo eso escapa a su tarea, que era armarme el vestido. Es super importante sentirse contenida en ese momento, te abruman las cosas que hay que resolver, más los nervios de que se acerca el día.
Gracias por todo!, Sin duda las recomendaría!…»
Gracias Carla por contarnos tu experiencia que nos ayuda un montón para que otras novias nos puedan conocer.